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Justicia racial

El momento exige soluciones transnacionales

Construir solidaridad transnacional y organización son imperativos si queremos cambiar radicalmente el poder y transformar el mundo.

¿Por qué una escuela sobre justicia racial?

En septiembre, JASS se asoció con el Centro Feminista para la Justicia Racial (FCRJ) de SOAS, Universidad de Londres, para albergar una escuela de construcción feminista de movimientos, centrada en la justicia racial. Al reconocer que la justicia racial es una parte integral de la organización feminista del movimiento, la escuela creó un espacio político muy necesario destinado a abrir una conversación crítica sobre la anti negritud y la antiindigeneidad en la región latina y Mesoamericana.

Hay racismo en la educación, en los libros de texto, en cómo se enseña la historia. El racismo está ahí desde el momento en que empiezan a educarte.

participante en la Escuela Feminista de Construcción del Movimientos

La escuela estaba firmemente arraigada en una comprensión de la intrincada interacción entre el resurgimiento de los movimientos anti género y las narrativas racializadas que dictan quién pertenece, quién está excluido y cómo experimentan la exclusión. Esta convergencia transnacional de actores está movilizando activamente recursos y acciones para oponerse a la educación sexual integral, la autonomía corporal (incluido el derecho al aborto), así como los derechos de las personas queer y trans. Reconociendo la naturaleza interconectada de estas luchas, la escuela fue diseñada intencionalmente para examinar el papel de la solidaridad, la praxis y la erudición transnacional en la intersección de la justicia racial y de género en este momento global crucial.

La Escuela Regional de Construcción de Movimientos fue un lugar dinámico para pensar, analizar y construir la solidaridad internacional.

— participante de la Escuela Feminista de Construcción de Movimientos

La reunión reunió a 15 activistas de movimientos sociales de toda América Latina y Mesoamérica organizadas en la intersección de las luchas feministas, queer, anti-negras e indígenas. A través de la FMBS, las participantes examinaron la justicia racial a través de una lente feminista y anticapitalista para generar análisis y conocimiento colectivos en sus diversos contextos. Esta iniciativa sentó las bases para construir una visión transnacional, forjar solidaridad y organizarse para la justicia racial.

El espacio

Utilizando una combinación de teorías feministas fundamentadas y un enfoque de educación popular feminista, JASS y FCRJ desarrollaron deliberadamente un espacio inclusivo para la indagación y la reflexión, fomentando la solidaridad y la confianza entre las participantes. Muchas participantes consideraron que este entorno era raro y especial, donde podían auténticamente expresarse “plenamente” y abrirse sin temor a ser juzgadas. Otras valoraron lo que las hermanas de Mesoamérica llaman “crítica amorosa”, la práctica de desafiarse constructivamente unas a otras con amor para profundizar la conexión y la comprensión.

En sus propias palabras

No esperaba encontrar un espacio donde me sintiera segura y escuchada. Temía que fuera un espacio académico más, pero resultó ser la conexión perfecta de cómo se pueden articular los movimientos sociales con la investigación desde una perspectiva feminista, antirracista y anticapitalista.

Además de aprender, poder vivir cambios en un espacio seguro (¡y muy hermoso!) me ayudó a ver y sentir el activismo con otros ojos. Hemos tenido debates muy intensos y difíciles, pero, sobre todo, me he sentido aquí segura y capaz de compartir vulnerabilidades y ejercer la capacidad y el deseo de construcción colectiva.

En lugar de recibir una reacción negativa o sentirme excluida, experimenté un trato lleno de amor, ternura y cariño. Esta respuesta fue verdaderamente revolucionaria y consistente con los principios que profesamos, especialmente considerando las realidades que enfrentan las mujeres trans negras. Fue un poderoso recordatorio de la importancia de crear espacios inclusivos y acogedores, donde todas las voces sean valoradas y respetadas.

En todos los espacios que ocupo habitualmente, a menudo me he encontrado con hostilidad y violencia, en gran medida porque ostento una posición de privilegio que a menudo se percibe de una manera muy estrecha y unidimensional. Sin embargo, en este entorno particular, sentí una profunda sensación de validación. Aquí, mi singularidad, las múltiples facetas de mi identidad y mis conocimientos no sólo fueron reconocidos sino celebrados. Se creó un espacio acogedor donde mi voz podía florecer y por eso estoy inmensamente agradecida. Gracias mil veces.

La metodología

La escuela aplicó metodologías participativas, incluido el marco de análisis de poder de JASS. Las participantes profundizaron en conceptos complejos, incluido el feminismo y la interseccionalidad, para explorar los temas fundamentales de la escuela, que se centraron en la creciente tendencia de los movimientos contra la negritud y el género.

En sus propias palabras

Los recursos que más me han resultado útiles durante los últimos cinco días son, sin duda, las metodologías participativas. En particular, la metodología de la casa de las [opresiones] ha sido excepcionalmente valiosa. Estas metodologías fomentan la participación activa y el diálogo reflexivo, lo que ha enriquecido significativamente mi comprensión de las dinámicas de la opresión y cómo abordarlas.

Lo que le llevo a mi organización y a mi país es cómo reconocer esta Cámara [de Opresiones Múltiples) y luchar contra la negritud y la indigeneidad. A las latinas nos cuesta reconocer de dónde venimos, nuestras raíces. Tenemos que pasar del discurso a la acción y tratar de sacudir esta Cámara.

La metodología fue muy exitosa permitiendo la construcción de un terreno común, de modo que pudimos profundizar el análisis colectivo, aunque cada participante aportó diversidad de repertorio. La secuencia de cada actividad/dinámica permitió la confianza, el intercambio y la construcción de conocimientos a partir de la contribución de cada participante en relación con el contenido compartido.

Hay una especie de fragmentación en nuestras luchas, cada quien lucha por algo separado. Sueño y quiero construir espacios de reflexión profunda para organizarnos contra el colonialismo con cariño y amor. Es necesaria la rabia, pero es necesario que esa rabia vaya acompañada de amor. Hay una especie de fragmentación en nuestras luchas, cada una lucha por algo separado.

Las conclusiones

La escuela brindó a JASS y FCRJ la oportunidad de cocrear un enfoque metodológico que explora la justicia racial desde una perspectiva transnacional. Este piloto ofrece información valiosa que servirá de base para un mayor desarrollo y perfeccionamiento en el futuro.

Las participantes abandonaron el espacio sintiéndose inspiradas y listas para aplicar lo aprendido en sus organizaciones y comunidades. Muchas expresaron un fuerte deseo de mantener el contacto con sus compañeras participantes, sembrando semillas de colaboración y solidaridad.

En sus propias palabras

Esta experiencia, este viaje de reflexión, ha confirmado mi sueño de realizar investigaciones antirracistas, feministas, anticapitalistas y des coloniales que puedan dar respuestas y nuevas perspectivas a algunas de las cuestiones que debatimos a lo largo del semestre.

Me gustaría mucho poder reproducir espacios críticos con enfoques antirracistas, des eurocéntricos y anti patriarcales en mi activismo y espacios de localidades con otras personas racializadas, trans y disidentes sexuales. Me gustaría construir diálogos de transición y escuelas regionales que tiendan puentes entre quienes resisten. Me gustaría apostar por procesos para construir teoría a partir de nuestras experiencias y conocimientos cotidianos. Me gustaría pensar fuera de lo común con respecto a nuestras diferentes formas de vida. Quiero replicar más escuelas y espacios críticos.

Bueno, mi observación es que nos mantengamos en contacto, y esto se convierte en una red transnacional formalizada que busca ejercer influencia y actuar globalmente desde nuestros contextos con el propósito de la lucha por la justicia racial y de género. Además de eso, me gustaría contar con el apoyo de las facilitadoras cuando quiera replicar esta capacitación en mi base, porque este conocimiento es importante y hay que replicarlo.

Estamos pensando en abrir espacios para reflexionar sobre estrategias organizativas y formas de sostener nuestros procesos, incluyendo una pequeña escuela para el colectivo y quizás para otros colectivos de la región. Ojalá pudiéramos invitar a una de ustedes a un taller (o varias) para abordar temas de antirracismo, anticolonialismo y feminismos.

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