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Diálogo 2: Aprendiendo de la Crisis

Diálogo organizado por JASS sobre la enseñanza de la crisis

¿Qué revela la pandemia del COVID-19 sobre lo que está roto en nuestro mundo? Y ¿cómo pueden los movimientos de mujeres aprovechar este momento para transformar el poder en un futuro feminista y justo?

Estas preguntas dieron inicio al segundo diálogo de una serie organizada por JASS, “Las mujeres transforman radicalmente el mundo”. El foro en línea, moderado por la directora ejecutiva de JASS, Shereen Essof, reunió a cuatro líderes feministas: Alda Facio (Costa Rica), Dina Lumbantobing (Indonesia), Bella Matambanadzo (Zimbabue) y Margo Okazawa-Rey (Estados Unidos).

“Aquí es donde el sistema patriarcal de gobierno se empantanó”, afirmó Bella. “Nos ha llevado a un callejón sin salida en términos de imaginar nuestra existencia como seres humanos y ha mostrado sus deficiencias y enormes fallas a los habitantes del mundo, sean hombres o mujeres”.

Margo estuvo de acuerdo y agregó “el gobierno patriarcal aquí que se ha empantanado, también está totalmente racializado … Descubrimos, por ejemplo, que quienes sufren los peores efectos de la pandemia son los pueblos indígenas, la gente afroestadounidense y las personas encarceladas, que son en su mayoría de color”.

Se llegó al consenso de que, como lo expresó Bella, “las soluciones burguesas y de las élites no solucionarán los problemas del mundo”, pero también hubo acuerdo en que los aspectos sociales de la pandemia afectan de una manera desproporcionada a las mujeres y que el sistema fallido –lejos de ceder – intenta consolidar su poder de maneras más autoritarias, más agresivas y hostiles a los derechos de las mujeres.

Alda señaló que, como miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la discriminación contra mujeres y niñas, ha recibido informes de todo el mundo en relación con un marcado aumento de la violencia contra las mujeres, menos acceso a la atención sanitaria y más ataques de la extrema derecha al derecho al aborto en las últimas semanas.

Las mujeres de grupos ya de por sí vulnerables han sido las más golpeadas, dijo, y citó como ejemplo que “el 70% de las mujeres del mundo trabajan en el sector informal, así que con la pandemia la mayoría ha perdido sus medios de vida”.

La militarización que fomenta el control social con el pretexto de controlar la enfermedad es otra amenaza grave. “Muchos gobiernos del mundo están militarizándose. Hasta el lenguaje de ‘guerra contra la pandemia’ dice mucho de la lógica de cómo piensan los Estados abordar el problema”, dijo Margo.

Un futuro feminista

Dina destacó la importancia que tienen las funciones de las mujeres en el cuidado de la familia y las comunidades desde el hogar, y la falta de apoyo estatal. Por eso, dijo, “esta [pandemia] muestra en realidad la economía asistencial que está en manos de las mujeres y cómo pasa desapercibida a los ojos de las autoridades”.

Describió, asimismo, cómo las mujeres empobrecidas del campo en Sumatra organizan grupos para producir antisépticos y desinfectantes, y entienden la nueva terminología gubernamental de la pandemia. La educación popular en salud en los idiomas locales y la organización de grupos de base han sido fundamentales para su respuesta al COVID-19. La organización de las mujeres no solo persigue salvar vidas sino transformarlas: “Pienso que el poder colectivo está ahí y tratan realmente de trabajar en solidaridad, hermandad y en un movimiento feminista”.

Bella recuerda que el activismo de las mujeres ha sido esencial para enfrentar epidemias anteriores de ébola, cólera y VIH-SIDA. “Juntas hemos encontrado soluciones para situaciones en apariencia imposibles y esa luz en algún lugar se enciende en mi interior”.

Margo identificó la capacidad que tienen ahora los movimientos feministas para “plantear preguntas más profundas sobre la situación, pero también acerca de qué significa ser humano, ser parte del sistema de todas las cosas vivas y cómo debemos relacionarnos con el medio ambiente en su totalidad y con otras personas a nuestro alrededor”. A la pregunta de Shereen de “¿qué nos sostiene en estos tiempos?”, Margo respondió simplemente: “El amor a la totalidad de la vida”.

Las personas participantes estuvieron de acuerdo en que los movimientos feministas tienen respuestas a esta crisis que han venido desarrollando por décadas: la valoración del trabajo de cuidar a otras personas, la creación de comunidades de cuidados compartidos, la lucha contra el militarismo y el establecimiento de relaciones humanas y con el planeta más respetuosas, pero también en que la crisis nos obliga a replantearnos algunas cosas desde una nueva perspectiva.

“Estamos en un momento en que necesitamos replantearnos lo que significa ser parte de un movimiento, porque en algunos aspectos empezamos a imitar la privatización de movimientos que hemos visto en otros espacios. Ahora tenemos realmente que construir movimientos colectivos” dijo Bella y afirmó que cruzar fronteras, sectores y divisiones de clase nos da más fuerza y una base más sólida Ante unas respuestas de políticas muchas veces impracticables y perjudiciales, instó a la resistencia. “Está muy claro para mí que como ciudadanas del mundo no estamos obligadas a colaborar con cualquier sistema que desee vernos muertas … Mi poder proviene de mi resistencia a las cosas sin sentido”.

El reto para Margo es entender el creciente descontento social que se manifiesta de distintas maneras, incluso a través de la confusión, el conflicto y las reacciones de la derecha. “Como movimientos de mujeres—socias, agentes, académicas – de qué manera podemos lograr una comprensión más profunda de los anhelos y deseos, porque a menos que los alcancemos no vamos a llegar al núcleo del malestar social del que el virus es solo un ejemplo, aunque tengamos el mejor análisis del mundo y planteemos los mayores desafíos al poder” afirmó.

En cuanto a la última pregunta de a dónde debe dirigirse ahora el trabajo feminista, las panelistas destacaron la educación popular y las necesidades básicas como derechos fundamentales, la oposición a que las élites acaparen el poder y la creación de movimientos de ayuda mutua. Dina nos instó a “devolver el poder a las bases porque son las que están en primera línea”.

El diálogo reunió a más de 300 mujeres en la transmisión en vivo y ofreció una interpretación simultánea en inglés y español. Los diálogos organizados por JASS sobre “Las mujeres transforman radicalmente un mundo en crisis” continuarán mensualmente hasta el fin de año.

Mira diálogo 2 en Facebook:  https://www.facebook.com/JASS4justice/videos/559272774732792/

Panelistas

ALDA FACIO, Costa Rica (presenta en español) – Alda Facio es jurista feminista y escritora, y contribuye con su experiencia al trabajo regional de JASS Mesoamérica, así como al eje temático de JASS, Poder y Protección de Mujeres Activistas. Alda tiene una larga y distinguida historia en la defensa de los derechos humanos de las mujeres en América Latina, y a nivel mundial, desde la década de 1970 y es una experta internacional en género y derechos humanos de las mujeres. Fundó el Women’s Caucus for Gender Justice en la Corte Penal Internacional, convirtiéndose en su primera directora. Forma parte del comité asesor de la Campaña “Los derechos de las mujeres no son opcionales” para la ratificación y el uso del protocolo facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), y asesora a IWRAW Asia-Pacific y otras organizaciones de mujeres. Desde 1991 dirige el Programa Mujer, Justicia y Género del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito (ILANUD). Formó parte del Comité Asesor para el Estudio a Profundidad de la Violencia contra las mujeres realizado por el Secretario General de las Naciones Unidas.

BELLA MATAMBANADZO, Zimbabwe (presenta en inglés) — Bella Matambanadzo es feminista y escritora de Zimbabwe. Sus textos han sido publicados en inglés en New Daughters of Africa (Editora: Margaret Busby), African Sexuality  (Editora: Dr Sylvia Tamale), Writing Free, Writing Mystery and Mayhem (Editora: Irene Staunton), Southern African Feminist Review (SAFERE) (Editora: Dr Patricia McFadden), Beyond Beijing – Strategies and Visions Towrads Women’s Equality (Co-Editora: Patricia A. Made) y otros medios. Ha trabajado en 36 países en Africa y otras partes del mundo y participó en la redacción de Facing the Future Together, un Informe Especial presentado al Grupo de Trabajo Especial sobre Mujeres, Niñas y VIH SIDA en Africa del Sur del Secretario General de la ONU Kofi Annan. Matambanadzo fue nombrada una de las 11 mujeres el primera linea para la defensa de los derechos humanos en Zimbabwe por Amnestía Internacional (AI) y pertenece a la comunidad de feministas africanas quienes a través del Foro Feminista de Africa-African Feminist Forum (AFF) y sus plataformas nacionales han firmado la Carta de Principios Feministas para Feministas Africanas-Charter of Feminist Principles for African Feminists.

DINA LUMBANTOBING, Indonesia (presenta en inglés) — Dina Lumbantobing es la co-fundadora de PESADA (www.pesada.org ), una ONG con sede en Indonesia que ha trabajado en Sumatra del Norte desde 1990 en temas la participación económica y política de las mujeres, minorías étnicas, y los derechos de la niñez. Fue Coordinadora de Asociadas por lo Justo (JASS), Asia Sudeste. Actualmente, es Coordinadora del Centro para Mujeres en Crisis, SINCERITAS, y del área de Manejo de Conocimientos en PESADA, y Coordinadora del Consorcio de  Permampu (www.permampu.org  http://www.mampu.or.id/mitra-kami/permampu-konsorsium-perempuan-sumatera-mampu/), un consorcio de 8 ONGs que trabajan a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y nutrición en Isla Sumatera. Desde Abril 2020 dirige el Consorcio sobre Educación Crítica para mujeres de base y líderes locales de Isla Sumatera en prevención de la propagación de COVID-19.

MARGO OKAZAWA-REY, United States (presenta en inglés) — Margo es una activista y educadora trabajando en los temas de militarismo, conflicto armado, y violencia contra las mujeres desde una perspectiva interseccional. Ha trabajado como activista en Korea del Sur y en el Centro de Mujeres para la Asistencia Legal y Asesoramiento-Women’s Centre for Legal Aid and Counseling en Palestina. Es miembro fundadora de la organización de feministas Afro-Estadounidenses Combahee River Collective, entre los primeros grupos feministas de mujeres de color en EE.UU. La profesora Okazawa-Rey tiene el puesto en Liderazgo de Mujeres Barbara Lee Distinguished Chair in Women’s Leadership y es Profesora Visitante en Estudios de Mujeres, Género y Sexualidad y Política Pública en el Colegio de Mills, Oakland, California. Sus más recientes publicaciones (en inglés) incluyen: “Nation-izing” Coalition and Solidarity Politics for US Anti-Militarist Feminists, Social Justice (2020)  y Gendered Lives: Intersectional Perspectives, Oxford University Press (2020).

SHEREEN ESSOF, moderadora (presenta en inglés) — Shereen es la Directora Ejecutiva de JASS. Su labor académica se basa en su trabajo con las mujeres en los sindicatos, en movimientos sociales y en las organizaciones comunitarias. Procura entender las raíces del sistema neoliberal patriarcal y cómo su naturaleza afecta de manera diferenciada a mujeres y a hombres. A partir de esa comprensión, intenta imaginar y promover la organización de alternativas. Durante seis años trabajó para el Zimbabwe Women’s Resource Centre and Network en Harare, y posteriormente con el African Gender Institute de la Universidad de Ciudad del Cabo. Asimismo, ha compartido su tiempo y sus capacidades con otras organizaciones de justicia social, no sólo para crear estrategias, movilizar y tomar acción sino también para elaborar información accesible a través de historias orales, de documentales, de la escritura creativa y del arte.

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