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Diálogo 3: Rabia, Resistencia y Poder para Transformar

Resumen

Rabia, Resistencia & Poder Transformador: ¿Qué ofrece la coyuntura actual al movimiento?

El movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos transformó en unas semanas el escalofriante asesinato de George Floyd en una poderosa fuerza de cambio, pero la explosión de energía surgió de años, décadas y milenios de organización negra. La reciente etapa de la organización contra la brutalidad policial se remonta al menos a 2012 cuando Trayvon Martin, un joven negro, fue muerto a tiros en Florida y su asesino fue exculpado más adelante. El movimiento comenzó a organizarse localmente y a coordinarse en el ámbito nacional, dirigiendo la atención a una serie de asesinatos de personas negras, muchos cometidos por policías, incluyendo otro caso emblemático cuando Michael Brown fue asesinado por la policía en Ferguson, Missouri.

La organización comunitaria se extendió, a menudo por debajo del radar de los medios de comunicación.  A medida que el movimiento crecía, el análisis se profundizaba.  Se cimentó en generaciones de luchas contra la brutalidad policial y la encarcelación masiva, y en muchos lugares adoptó una plataforma en pro de la abolición de la fuerza policial – demanda considerada inalcanzable hasta que el Ayuntamiento de Minneapolis, la ciudad donde Floyd fue asesinado, votó para desmantelar su fuerza policial, en una contundente victoria para el movimiento.   En ciudades a lo largo del país, el movimiento ha construido una amplia base con una  interseccionalidad natural dado que muchas de sus líderes son feministas y miembros de la comunidad LGBTQ, con  una apertura a hacer causa común con otras luchas en sus ciudades y regiones.

El movimiento por las vidas de la población negra se volvió global rápidamente en medio de una pandemia que ha puesto en riesgo a la humanidad y ha generado nuevas conexiones a través de las fronteras. Las protestas contra el asesinato de Floyd, captado a lo largo de de un terrible video de ocho minutos y 46 segundos, se extendieron a todo el mundo. No fueron sólo protestas en solidaridad con lo que está sucediendo en Estados Unidos, sino también movilizaciones para denunciar la  violencia racista y la actuación policial racista en sus países. El asesinato y  el auge del movimiento desencadenaron la discusión sobre la prevalencia del racismo y las distintas formas en que se presenta.

Para el segundo Diálogo sobre mujeres transformando radicalmente un mundo en crisis, JASS reunió a seis líderes feministas negras para que conversaran sobre el “la coyuntura del movimiento” que la confluencia de la rabia, la esperanza y la conexión ha producido. Acompañadas por miles de espectadores virtuales y con la moderación desde Sudáfrica por Phumi Mtetwa, las expositoras Mary Hooks de SONG (EE. UU.), Glenda Joanna Wetherborn (Afroguatemalteca), Ruth Nyumbara (Kenia), Makda Isak (Alemania) y Sheila Carvalho (Brasil) hablaron sobre la experiencia vivida en torno al racismo en sus países, cómo se están organizando, a qué se enfrentan sus movimientos y qué los sostiene. Las comparaciones aportaron información fascinante sobre  la naturaleza del racismo y sus distintas formas y contextos. Las panelistas señalaron por ejemplo, que mientras en Estados Unidos el racismo es patente, en países que niegan su existencia, como Guatemala y Brasil, el racismo es menos visible y algunas veces más difícil de afrontar.

Aquí se presenta un breve resumen de la ilustradora discusión que se generó al haber reunido a este impresionante grupo. El video completo se encuentra en este enlace.  LINK

La Memoria y la historia que nunca acabó

Las manifestaciones masivas en todo el mundo no son sólo, o principalmente, el resultado de la indignación de hoy, o expresiones de solidaridad con casos específicos – la rabia se ha acumulado y está en todas partes.

“Lo que estamos viendo son años y generaciones de angustia”, dijo Mary Hooks de U.S. Southerners on New Ground (SONG). “Generaciones de angustia y decepción de lo que ha significado ser un pueblo robado en tierra robada, por el imperio estadounidense”.

Las panelistas describieron cómo estas historias de esclavismo y colonialismo atraviesan la experiencia global contemporánea de los pueblos negros. Joanna Wetherborn dijo, “El racismo estructural y la exclusión histórica que han sufrido las poblaciones Garífunas y afrodescendientes es algo a lo que todavía estamos ligados en los tiempos modernos. Podría parecer que eso ha quedado atrás, después de la abolición de la esclavitud y la firma de acuerdos de paz, pero no es así”.

Incluso los avances históricos han demostrado ser insuficientes. Joanna describió cómo los cambios institucionales para reducir el racismo y la exclusión después del conflicto armado en Guatemala nunca se alcanzaron plenamente y hasta hoy han sido objeto de ataques.

Ruth señaló una situación similar en África después de las luchas de liberación nacional, al decir que “las esperanzas y aspiraciones de las luchas anticoloniales no eliminaron muchas formas de violencia”.

“Ser africano es ser ilícito todavía en este continente”, expresó. “La anti-negritud no es sólo algo que sucede en la diáspora africana”. Ruth citó la crisis de los refugiados y de los migrantes indocumentados en África hoy en día como un ejemplo especialmente indignante de la continua criminalización de la negritud.

Para Sheila Carvalho de la Coalición Negra por los Derechos en Brasil, no reconocer que los esfuerzos pasados simplemente reconfiguraron el racismo ha sido un grave obstáculo en el presente. “Durante muchas décadas ha existido en Brasil el mito de la democracia racial, que Brasil es mestizo, que no tenemos ningún problema con la raza, que no tenemos que discutir el racismo”, dijo ella. “Hubo una abolición legal, pero no una abolición real –hemos tenido 132 años de abolición no concluida”. Sheila señaló que cada 23 minutos un negro joven es asesinado por la policía en Brasil, y los asesinatos han aumentado durante la pandemia.

La idea de que el racismo terminó con la esclavitud ha sido especialmente difícil de organizar en Europa, dijo Makda Isak, hija de refugiados eritreos en Alemania. “El racismo en el discurso público no se asimila o entiende plenamente. Todavía tenemos que discutir con la población general y los medios de comunicación qué significa racismo y cómo las personas negras experimentan el racismo”. Ella manifestó que la violencia policial contra las personas negras, en particular los refugiados, es un gran problema en el país pero no es visible.

Todas estuvieron de acuerdo en que recuperar la memoria histórica y comprender plenamente su papel en la actualidad es crucial. Mary destacó que la memoria también puede ofrecer lecciones positivas:

“Es muy importante que las personas negras de la diáspora recordemos las formas en que – sin apoyo de parte del estado — nosotros mismos nos hemos cuidado, las formas en que – sin apoyo del estado — hemos abordado el daño a la comunidad. Así mismo, es importante poder nombrar los espacios donde no lo hicimos bien, en particular en lo que respecta a la violencia patriarcal”, expresó ella.

Diversidad Unificadora

Si bien una historia común las une, las panelistas enfatizaron la necesidad de entender y respetar las diferencias.

“Las personas negras no son homólogas, dondequiera que estén. Incluso en mi propio país, incluso en Kenia, en Nairobi, las personas negras no son un bloque, una masa sin caracteres diferenciados”, indicó Ruth.

Estas diferencias determinan las formas de violencia y las formas de resistencia. Por ejemplo, aunque los hombres negros sufren la mayoría de los ataques racistas, deben reconocerse formas de violencia y discriminación específicas, incluso en el seno de las mismas comunidades negras.

“Los hombres negros se sitúan en intersecciones muy particulares de la violencia de estado contra ellos, pero sabemos que vivimos en una sociedad donde ser trans, ser queer, ser una mujer, no conformarse al concepto binario de género atrae todavía más niveles de violencia”, expresó Ruth.

Ella citó a la feminista negra estadounidense, Jaqui Alexander: “’Tenemos que estar conscientes, conocer las historias de cada uno. El dominio de estas historias nos permite no hacer suposiciones sobre las historias particulares de opresión o los contextos que distintas personas realmente experimentan a lo largo del continente”.

Makda dijo que el movimiento de Fráncfort, integrado en su mayoría por jóvenes, incorpora de manera activa las diferencias. . “Ello son bien radicales en lo que respecta a la pregunta ‘¿De qué vidas negras estamos hablando?’ ¿Es sólo de hombres negros o también se refiere a las intersecciones de la fobia a las personas queer y otras en nuestras propias comunidades?”

Desde las Américas, Joanna agregó, “Si bien es cierto que las brechas de la desigualdad han dejado a los afrodescendientes y a los garífunas en un segundo o tercer plano en general, las mujeres son incluso más relegadas en todas las esferas porque nuestros aportes se borran, se niegan, se subestiman”. Sheila señaló que en Brasil también, la violencia policial asesina mayormente a hombres negros, pero las mujeres sufren la pérdida de maridos e hijos y una tasa de encarcelamiento mayor por acusaciones relacionadas con drogas.

Utopías

 

Es imposible hablar sobre rabia y poder transformador sin hablar sobre utopías y qué es lo que este momento ofrece.  De la conversación surgieron algunos pensamientos poderosos sobre la comunidad que se vislumbra:

Ruth Nyumbara: “Tenemos que pensar cómo se manifiesta una liberación radical—no una liberación machista, no una liberación pro-capitalista, no una liberación centrada en lo occidental… Tenemos que pensar sobre un quehacer político de comunidades imaginadas: ¿Qué significa comunidad para nosotros? Eso nos permite alejarnos de estas ideas o concepciones de organización bien reduccionistas y pasar a pensar realmente en alianzas en potencia…”

Makda Isak: “La primera cosa es darnos espacio –dar espacio a las mujeres marginadas, dar espacio en especial a las mujeres negras, en lo que respecta a la situación en Alemania, donde somos una de las comunidades racializadas más invisibles …”

Joanna Wetherborn: “Ésta es una invitación para encontrar maneras de unir nuestras luchas en el ámbito transnacional, y conectar con la historia y las demandas en otros lugares en formas que nos permitan re-dirigir, revitalizar nuestras luchas y nuestras propuestas y realmente avanzar”.

Sheila Carvalho: “En Brasil, tenemos un movimiento dirigido por madres … ellas basan su lucha en cuatro pilares: memoria, justicia, verdad y libertad”.

Mary Hooks: “Actualmente se está dando una sinergia sorprendente relacionada con personas que encarnan la divinidad femenina y qué oportunidades existen en términos no sólo de la ideología, sino también cómo se manifiesta en la práctica … El trauma generacional sucede y se hereda, pero también podemos heredar amor negro, alegría negra y sanación negra.  Así, creo que el cómo hacemos el trabajo es tan importante como el trabajo que estamos haciendo”.

Panelistas

RUTH NYAMBURA, Kenia
Ruth Nyambura es ecologista política, feminista y organizadora en Kenia; trabaja las intersecciones de género, economía y justicia ecológica. Es miembro, fundadora y convocante del Colectivo de Ecofeministas Africanas. Además, trabaja con varios movimientos regionales de justicia agraria y climática para dar seguimiento e impugnar la privatización del patrimonio comunal agrario y ecológico. Ruth tiene una maestría en Derecho Comparado, Economía y Finanzas por la Universidad de Turín (UNITO), Italia. Anteriormente se desempeñó como jueza del Tribunal Internacional sobre los Derechos de la Naturaleza.

GLENDA JOANNA WETHERBORN, Guatemala
Afrodescendiente guatemalteca. Periodista, comunicadora, académica y educadora popular adscrita al feminismo negro. Ha sido responsable de Comunicación/Visibilidad e integra el Consejo Consultivo de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora (RMAAD).

MARY HOOKS, EE. UU.

Mary Hooks es una mujer negra, lesbiana, feminista, madre, organizadora y codirectora de SONG (Southerners on New Ground) [Sureñas sobre Terreno Nuevo], de 38 años de edad. Se unió a SONG en 2009 como miembro, volviéndose organizadora con el colectivo en 2010. SONG representa un hogar político para la liberación de los/las LGBTQ de todas las razas, clases, habilidades, edades, culturas, géneros y sexualidades del Sur. El colectivo construye, sostiene y conecta una base regional de personas LGBTQ en el sur; esta se propone transformar la región a través de proyectos y campañas estratégicos desarrollados para dar respuesta a las condiciones actuales de nuestras comunidades. SONG construye este movimiento a partir del desarrollo de liderazgos, la construcción de coaliciones y alianzas, el análisis interseccional y la organización. El compromiso de Mary con la liberación de las personas negras, que incluye la liberación de las personas LGBTQ, tiene sus raíces en las vivencias que ha experimentado al crecer bajo los impactos de la Guerra contra las Drogas. Sus familiares participaron en la Gran Migración y actualmente son trabajadores fabriles, feligreses, mujeres negras, vividores y adictos, tortilleras, sementales, femmes, maricas y toda la gente que lucha por la liberación de los oprimidos

SHEILA CARVALHO, Brasil
Sheila es activista y abogada de derechos humanos en la Coalición Negra por los Derechos (Coalizão Negra por Direitos) en Rio de Janeiro. Es becaria de las Naciones Unidas en el programa para personas de ascendencia africana de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH)

MAKDA ISAK, Alemania
Makda Isak es hija de refugiados eritreos y creció en Fráncfort, Alemania. Actualmente es estudiante de posgrado en Sociología e investiga sobre epistemologías feministas africanas. Makda es una feminista negra que ha participado en organizaciones de base antirracistas y feministas durante los últimos seis años. Forma parte del capítulo de Fráncfort de la Iniciativa del Pueblo Negro en Alemania (Initiative Schwarze Menschen in Deutschland) y trabaja como educadora política para Each One Teach One, el proyecto comunitario de empoderamiento de los africanos, afrodiaspóricos y negros con sede en Berlín.

PHUMI MTETWA, Sudáfrica, moderadora
Phumi Mtetwa es una activista que trabaja en temas de igualdad y justicia económica, justicia de género y LGBTI. Como ex Co-Secretaria General de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays, contribuyó a llevar a la organización temas de preocupación en el Sur global, incluyendo la creación del Diálogo Sur-Sur LGBT, que aportó significativamente con las perspectivas LGBTI en los procesos del Foro Social Mundial. Ha formado parte de la dirección de muchas organizaciones, entre ellas el Proyecto de Leyes sobre el SIDA, FEDAEPS, el Proyecto de Igualdad entre Gays y Lesbianas; es miembro cofundador del Colectivo End-Hate Masithandane. Es becaria de la Iniciativa de Cambio Social (reflexionando sobre su campaña y activismo político). Hoy se ocupa de una de sus grandes pasiones: la educación popular feminista en su función como codirectora regional del JASS de África del Sur.

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