Los cielos recibieron septiembre llorando. La Esperanza recibe a cientos de visitantes que traen consigo el corazón palpitante de las luchas, el amor, los múltiples colores de sus sueños, sus cámaras, sus tambores, sus plumas, sus voces y sus gritos para exigir una vez más: Justicia para Berta.

La fuerza y la convicción de su presencia se palpa no sólo en este pueblo, sino en cada comunidad, en cada río, en cada voz, en cada montaña y hasta en pueblos lejanos solidarios que hoy se unen a nosotras recordando que ya son #6mesessinJusticia.

El COPINH nos recibe con el amor de siempre, con el cuidado y primor de acogernos en su hogar sin importar nuestra procedencia o nuestra lucha particular. Saben que estamos aquí acuerpando su lucha que es nuestra, saben que estamos honrando a Berta y honrando al COPINH. Al no más entrar hermosas imagenes del rostro de Berta aparecen como diciendo: aquí estoy! Y el alma se hace pequeñita porque su ausencia física duele como vidrios en el corazón y de justo después, con la presencia de su voz se lee: El derecho a ser feliz es algo muy subversivo y por eso, debemos aspirar a ser felices. Y con esas palabras aparece su amplia sonrisa, sus carcajadas, sus bromas, sus bailes… aparece su amor y su pasión por la vida!

Es ese amor, poco entendido por el desarrollo, con el que hoy emprendemos camino para seguir exigiendo que se pare el proyecto Agua Zarca, que se investigue el asesinato de Berta con una Comisión Independiente y que paren la explotación de la madre tierra y la persecución de aquellas personas que la cuidan y la defienden. Ya tengo listo mi sombrero, orgullosamente tejido por las mujeres de La Cuchilla, municipio declarado libre de minería, quienes al igual que todas por estos lados vienen hoy a exigir Justicia para Berta!