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Las Mujeres Indígenas en un Lugar Protagónico

  • JASS

En septiembre, en Nueva York tuvo lugar el encuentro de JASS Sureste de Asia y JASS Mesoamérica con una delegación de mujeres líderes indígenas que han participado en nuestras escuelas de liderazgo y que, en ambas regiones, impulsan estrategias vinculadas a las defensoras de derechos humanos. Su presencia en Nueva York coincidió con la realización de la Conferencia Mundial de la ONU sobre los Pueblos Indígenas, con la Movilización Climatica de los Pueblos y con otros eventos. Ello hizo posible conjuntar varias agendas y movimientos activistas cuyo trabajo se desarrolla en torno al cambio climático, a los derechos de los pueblos indígenas, a los derechos de las mujeres y a la paz. Estos intercambios entre regiones, enlazamientos y reuniones con altos oficiales, activistas ambientales, donantes y comunidades indígenas, propiciaron el establecimiento de nuevos vínculos entre las mujeres y de nuevas redes entre los pueblos, a la vez que permitieron proyectar la agenda emergente de JASS sobre el derecho de las mujeres a los recursos.

Si quieres ver el rostro de los pueblos indígenas, tienes que mirar a la mujer indígena. Su rostro da cuenta de todo lo que experimentan los pueblos indígenas”, dijo Olvy Octavianit Tumbelaka, integrante de la Alianza de los Pueblos Indígenas del Archipiélago, durante un diálogo regional llevado a cabo en julio de 2014. Este fue patrocinado por JASS Sureste de Asia y versó sobre las cuestiones que deben enfrentar las mujeres indígenas. Las lideresas indígenas y rurales se ubican en la vanguardia de los esfuerzos realizados por los movimientos de los pueblos indígenas para defender sus territorios y recursos naturales frente a las iniciativas económicas corruptas e ilegales impulsadas por los actores gubernamentales y corporativos. Sus valientes estrategias organizativas constituyen un ejemplo que permite visibilizar lo que en distintas partes del mundo son las estrategias populares orientadas a lograr la justicia ambiental.

Cuestiones enfrentadas por mujeres indígenas

nyc marches

En el Sureste de Asia, los pueblos indígenas representan una parte significativa de la población pobre y vulnerable que habita zonas en las que existen abundantes recursos. Varias de las políticas impulsadas por los gobiernos en esta región han tenido impactos particularmente graves en las vidas y en los medios de vida de las mujeres indígenas y rurales. Entre los mismos se encuentran:

Despojos de tierra y proyectos de desarrollo: Con el pretexto de promover el “desarrollo”, los gobiernos del Sureste de Asia continúan fomentando la implementación de proyectos mineros, de tala de árboles, de grandes represas, así como de megaproyectos de otra índole, que involucran tanto capital nacional como extranjero y que dejan una estela de destrucción enorme en las vidas y en las tierras de los pueblos indígenas.

¿Cómo es posible que una empresa ocupe seis mil hectáreas de tierra sin poder comprobar que estas son de su propiedad? En Indonesia, las empresas transnacionales tienen una presencia muy fuerte. Según las regulaciones existentes en este país, el gobierno tiene el derecho a deshacerse de tierras o a asignar cualquier terreno a las empresas privadas.” – Marlien Elvira “Vivi” Maruntika, de Maluku, provincia de Indonesia

Militarismo en las comunidades indígenas: La presencia de efectivos militares y de las fuerzas armadas en las comunidades indígenas constituye un fenómeno cotidiano, especialmente en aquellas zonas donde existe una resistencia local organizada contra los proyectos de “desarrollo”. Asimismo, en el marco de las “leyes de seguridad nacional”, el gobierno destaca a las tropas en operaciones contrainsurgentes, las cuales, con frecuencia, provocan más violencia.

Todos los años, las fuerzas gubernamentales asesinan a por lo menos once miembros de pueblos indígenas. Se trata del brutal homicidio de hombres, mujeres y niños indígenas de comunidades originarias localizadas en todas las islas Filipinas”. – Piya Macliing Malayao, vocera de KAMP

Violación como instrumento de guerra: En las zonas militarizadas de Filipinas, los efectivos militares del país abusan sexualmente de mujeres y niñas. Entre 2010 y 2012, el Centro de Recursos para las Mujeres documentó por lo menos siete casos de abuso, que incluyen acoso sexual, violación y violación tumultuaria, a manos de efectivos de las Fuerzas Armadas de Filipinas (FAF) y de su ala paramilitar, la Unidad Geográfica de las Fuerzas Armadas Ciudadanas (UGFAC). En estos casos, la mayoría de las víctimas son menores de edad y varias de ellas son, además, mujeres indígenas.

“Cuando se producen casos de violación, las personas suelen echar la culpa a las mujeres. Por ello, resulta necesario que nosotras, las mujeres, nos pronunciemos al respecto. Además, en nuestras comunidades existe violencia doméstica, pero nadie dice nada al respecto”. – Mi Aim Pakao, activista mon de Myanmar.

En tanto se trata de violaciones cometidas por agentes estatales, como son policías o militares, muchos casos no son denunciados. En áreas en las que se constata una fuerte presencia militar, los grupos han documentado un incremento de los casos de violación, particularmente en las Cordilleras. Según comenta María Ricca Llanes, las FAF dirigen sus abusos específicamente contra las mujeres indígenas. Ello ocurre especialmente en aquellas aldeas en las que existe una fuerte resistencia contra los proyectos de “desarrollo”, y se realiza con el propósito de debilitar la determinación de las comunidades organizadas.

No reconocimiento de la ciudadanía. Según el Pacto de los Pueblos Indígenas Asiáticos (PPIA), muchos Estados asiáticos se niegan a reconocer la presencia de pueblos indígenas en sus territorios y, peor aún, tampoco reconocen sus derechos exclusivos. En este sentido, los Estados insisten en que todos sus ciudadanos son “igualmente indígenas”, pretendiendo integrar a estos pueblos a la cultura nacional mayoritaria. Ello da cuenta de la prevalencia de la discriminación en contra de dichas comunidades, las cuales a menudo son percibidas como atrasadas o contrarias al desarrollo. De acuerdo a esta percepción, muchos programas gubernamentales, como la educación obligatoria o los programas de reubicación, debilitan las culturas y las identidades indígenas con el argumento de integrarlas.

Derechos de las mujeres a los recursos

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Durante varios años, en el marco de las estrategias de las defensoras de derechos humanos, las integrantes de JASS en el Sureste de Asia y en Mesoamérica han trabajado estrechamente con las lideresas indígenas a través de las escuelas de liderazgo de JASS. En aras de construir una agenda compartida en torno al derecho de las mujeres a los recursos, desde una perspectiva intrarregional que permita fortalecer sus voces, en septiembre pasado JASS impulsó la conformación de una delegación de mujeres indígenas que viajó a Nueva York para aprovechar la realización de la Conferencia Mundial de la ONU sobre los Pueblos Indígenas (CMPI) y la Marcha de los Pueblos por el Clima. Durante este viaje, se realizaron reuniones de alto nivel con funcionarios de la ONU y de diversos gobiernos, se llevaron a cabo sesiones de elaboración de estrategias con activistas de Greenpeace y con donantes, concediéndose entrevistas a los medios de comunicación. Asimismo, durante las reuniones y las marchas, quienes integraban la delegación establecieron lazos con otros pueblos indígenas, generándose, además, profundas conexiones entre mujeres de todos los continentes.

Uno de los aprendizajes más valiosos que obtuve en los espacios de JASS y de la CNPI fue la oportunidad de mapear las vivencias y los problemas que compartimos las mujeres indígenas, tanto en el Sureste de Asia como en Mesoamérica. Así pude ver que, a pesar de que, como mujeres indígenas, no somos parte del proceso de toma de decisiones formal a muchos niveles, de todos modos cargamos con el peso de su impacto. Por lo que, no solo es estratégico, también es imperativo que las mujeres indígenas nos organicemos a partir de lo construido desde el poder colectivo y local de los pueblos indígenas”. – Vivi Maruntika

Durante estos meses, JASS lanzó la quinta publicación de la serie Hacer realidad el cambio, que incluye el texto “Mujeresindígenas y rurales en defensa de la tierra, los territorios y los derechos de las mujeres”. Este quinto número brinda información, conceptos y recoge reflexiones de las mujeres destinadas no solo a otras activistas que se preocupan por estos asuntos, sino también a los formuladores de políticas, a los políticos y a otras personas interesadas en las candentes cuestiones económicas, políticas y ambientales de nuestros tiempos.

En un contexto en el que tienen lugar poderosas dinámicas desarticuladoras y destructivas, las mujeres de JASS creemos que las estrategias implementadas por las mujeres indígenas y rurales, orientadas a construir comunidades fuertes, conllevan soluciones innovadoras para algunos de los problemas mundiales más álgidos. Mirando hacia el futuro, JASS continuará impulsando esfuerzos destinados a convocar intercambios mundiales y reuniones de estrategia con las lideresas indígenas de México, de Centroamérica y del Sureste de Asia.

* El presente artículo fue elaborado a partir de la incorporación de selecciones de las vivencias de las mujeres indígenas y rurales de Mesoamérica y del Sureste de Asia difundidas en la publicación de JASS Hacer realidad el cambio, Número 5: “Mujeres indígenas y rurales en defensa de la tierra, los territorios y los derechos de las mujeres”.

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