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A 20 años de Belém Do Pará: mujeres en la defensa de los derechos

  • JASS

Este año nos encontramos celebrando el vigésimo aniversario de la adopción, en junio de 1994, de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), que a la fecha ha sido ratificada por 32 de los 34 miembros de la Organización de Estados Americanos. En esta importante fecha queremos recordar que invocando la Convención, el movimiento feminista ha logrado impulsar la creación de muchas leyes en materia de violencia contra las mujeres, así como campañas de información, de asistencia legal y de salud para las mujeres en todos los países de la región.

En este marco, JASS Mesoamérica, en coordinación con diversas organizaciones y redes1, sostuvo una audiencia ante el 150° periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), titulada Retos y pendientes para la protección de las mujeres a 20 años de la Convención Belém do Pará: desde la perspectiva de las defensoras de derechos humanos, que se llevó a cabo en Washington D.C. en marzo del 2014.2

El marco de la audiencia brindó una oportunidad para difundir, a la luz de la Convención Belém Do Pará, los riesgos y las particulares formas de violenciaque enfrentan las defensoras  en  el contexto de discriminación contra las mujeres que impera en todos los países de la región, así como el impacto que esto conlleva.3 Desde nuestra perspectiva, ello en la medida en que la Convención Belem do Pará permite entender que agresiones como los tocamientos, los insultos machistas o con referencias a la sexualidad, las violaciones sexuales, las campañas de desprestigio que cuestionan la moral sexual de las defensoras o las culpan de la desintegración de sus familias o comunidades, entre otras formas de violencia, son una extensión de la discriminación, de suerte que la violencia contra las defensoras de derechos humanos justo reproduce, es decir evidencia los estereotipos de género que siguen tan arraigados en la conducta.

En la audiencia tuvimos oportunidad de presentar la experiencia que hemos adquirido desde el 2009, a partir del trabajo con la alianza que conforma la Iniciativa de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica (IM-Defensoras)4, que junto con las Redes Nacionales de Defensoras en México, Guatemala, Honduras y El Salvador ha permitido visibilizar la situación de las defensoras y analizar las respuestas gubernamentales y no gubernamentales que en materia de prevención y protección se han venido desarrollando y pueden diseñarse.

Para JASS, resultaba importante evidenciar cómo la situación que enfrentan las defensoras  puede servir para poner de relieve que los compromisos de los Estados para dar cumplimiento a Belem Do Para no han avanzado con la rapidez deseable; más preocupante aún, evidenciar que en las condiciones actuales, las mujeres defensoras de derechos humanos que están denunciando condiciones de opresión y desigualdad vuelven a enfrentar  obstáculos que las relegan a roles estereotipados o tradicionalmente concebidos desde una visión patriarcal.

A 20 años de contar con la Convención Belém Do Pará, podemos afirmar desde el trabajo de JASS y la IM-Defensoras que la violencia sufrida por las defensoras no se puede aislar de la experiencia de discriminación que todas las mujeres, en mayor o menor medida, han enfrentado por el solo hecho de ser mujeres. Lamentablemente, la experiencia ha arrojado que la violencia de género producto de la discriminación contra las mujeres puede resultar más efectiva que otras formas de agresión, para paralizar e inhibir la labor de una defensora, ya que se caracteriza por culpar y avergonzar, normalizar o justificar los actos de los agresores, desconociendo la palabra de las mujeres al momento de denunciar y aislándolas de su núcleo familiar, laboral o comunidad.

Resultó enriquecedor tener la oportunidad de contar con la contribución de la Comisionada Tracy Robinson de Jamaica, quien en la audiencia fue enfática al destacar que “…la protección de las defensoras de los derechos humanos de las mujeres es una excelente forma de llamar la atención sobre el deber de los Estados en materia de igualdad.

“Que el apoyo a las defensoras de los derechos de las mujeres es un “deber” de los Estados de las Américas y una prioridad para lograr la igualdad de sexos”. [Que] es una forma excelente de enfatizar el resultado de nuestros esfuerzos en relación a la violencia contra las mujeres, [y que] a veces, poner el foco solamente en la violencia doméstica genera en realidad el análisis contrario sobre la situación de las mujeres“.5

En esta medida, la audiencia logró un importante resultado, pues brindó una oportunidad para que la CIDH también advertir a gobiernos y organizaciones no gubernamentales que“… la violencia contra las mujeres y la discriminación estructural de género continúan siendo problemas profundos y extendidos en la región, mientras que la respuesta estatal sigue siendo insuficiente, tanto a nivel de prevención como de investigación y sanción.

Advirtió que “… Un porcentaje inaceptable de asesinatos de mujeres y otros ataques violentos contra las mujeres permanece en la impunidad, mientras que las defensoras de derechos humanos, en particular las defensoras de los derechos de las mujeres, son víctimas de ataques, criminalización de sus actividades, campañas de difamación pública y uso excesivo de la fuerza policial en su contra, entre otros graves problemas. Por lo que la CIDH urge a los Estados a avanzar de forma significativa y urgente en la implementación de políticas públicas que hagan efectivos los estándares establecidos en la Convención de Belém de Pará, en especial a través de medidas que deconstruyan la discriminación estructural que subyace a la violencia contra la mujer.” 6

A 20 años de la adopción de esta importante convención, JASS se alegra de la contundente recomendación que le hace la CIDH a los Estados y espera que no pasen otros 20 años antes de que éstos implementen todas las medidas necesarias para hacerla efectiva. Por nuestra parte, estaremos pendientes y activas para asegurar que así no sea.  



1 La Iniciativa Mesoamericana de Defensoras, coordinada actualmente por JASS, el Centro para la Justicia Internacional (CEJIL), Amnistía Internacional, la Asociación para los derechos de la mujer y el Desarrollo (AWID), la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local (en El Salvador), el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), Consorcio para el Diálogo y la Equidad Oaxaca (México), la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM Defensoras), la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de El Salvador, Guatemala y México así como la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (en Guatemala).

2 La audiencia se llevó a cabo el jueves 27 de marzo y puede verse el video.

3 Ver mayor información sobre el contenido de la audiencia ante la CIDH y el documento de la IM-Defensoras entregado a la CIDH.

4 El grupo impulsor está conformado por: La Colectiva Feminista (El Salvador), Consorcio Oaxaca (México), JASS (Asociadas por lo Justo), AWID, UDEFEGUA (Guatemala) y FCAM.

6 Comunicado de Prensa. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. CIDH concluye el 150 Período de Sesiones. 4 de abril de 2014. 

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